La indignación en Islandia

Los sucesos de Islandia

Habría que decir que Islandia, al año 2000, era un país con un alto estándar de vida económico y ambiental. En aquel entonces, el gobierno inició un proceso de desregulación que tuvo consecuencias desastrosas en ambos aspectos.

En lo financiero, se privatizó a los 3 más grandes bancos del país iniciándose unos de los experimentos de desregulación bancaria más puros en el mundo. En 5 años, esos bancos pidieron préstamos por 120 mil millones de dólares (diez veces el valor de la economía de Islandia), con lo cual realizaron operaciones con jugosos dividendos, pero con un alto riesgo. Se creó una gran burbuja económica que poco tiempo después reventaría.

En 2008, esos bancos se hundieron, el desempleo alcanzó cifras altísimas y las personas perdieron sus ahorros. Todos los habitantes del país se vieron afectados de una u otra manera.

Ese mismo año, se nacionalizó el principal de esos 3 bancos. La moneda local se desplomó y la bolsa entró en receso. El país cayó en bancarrota.

Las protestas ciudadanas de 2009 lograron la anticipación de las elecciones y la dimisión del primer ministro y del gobierno en bloque.

Una propuesta de ley fija el pago de la deuda de los bancos a Gran Bretaña y Holanda por un total de 3500 millones de dólares, cifra que se cargará a los habitantes islandeses mensualmente por 15 años, y con un interés del 5,5% anual. Esto gatilla nuevas y masivas protestas de la ciudadanía, que pide un referéndum para aceptar o rechazar esa medida. El presidente se niega a ratificar la ley y anuncia una votación popular donde se rechaza finalmente el pago con un 93% de votos en contra.

Paralelamente, el gobierno desarrolla una investigación para identificar a los responsables de la crisis. Son detenidos varios banqueros y altos ejecutivos de las entidades financieras involucradas.

Por otro lado, se convoca a la población a participar en la redacción de una nueva constitución. Se presentan 522 candidaturas para formar parte de la Asamblea Constituyente. Se trata de personas mayores de edad sin filiación política, y que son apoyadas por otras 30 personas. De ese total de candidaturas se eligieron a 25 personas para formar parte de la Asamblea.

El organismo ya ha iniciado su trabajo y realizará una propuesta de Constitución a partir de las recomendaciones recogidas y consensuadas en asambleas realizadas por los ciudadanos en todo el país.

Lo sucedido en este país se torna en emblemático dada la eficacia de la movilización del pueblo y lo radical de las transformaciones que se comienzan a desarrollar.